Se trata de semillas de cannabis que empiezan a florecer automáticamente en función de su edad, independientemente del fotoperiodo (cantidad de horas de luz) al que estén expuestas.
Semillas de cannabis autoflorecientes, automáticas, autoflowering o autos. Todas estas denominaciones se refieren al mismo tipo de semillas de marihuana: a aquellas cuya floración comienza automáticamente, y no en función del cambio de fotoperiodo. Esto se debe a que estas variedades, las autoflorecientes, contienen una genética denominada ruderalis, procedente de zonas con climas extremos como el sur de Siberia, el norte de Kazajistán o Rusia.
La principal característica de la genética ruderalis es su velocidad de floración, y que la floración no depende del fotoperiodo, es decir de los cambios lumínicos día/noche de la estación, sino que el crecimiento de los cogollos se produce de forma natural independientemente del escenario o contexto en el que se encuentre la planta. Florece una vez alcanza un punto de madurez sin que le afecten las condiciones externas que le rodean. Esto suele coincidir con el desarrollado del séptimo nudo, normalmente tras un periodo de crecimiento de entre 3 y 5 semanas.
Características de las semillas de cannabis autoflorecientes
Las semillas de marihuana autoflorecientes son unas verdaderas supervivientes. Se desarrollan con gran facilidad y rapidez, no son nada exigentes y su cultivo resulta muy sencillo. ¿Por qué? Porque sus orígenes en entornos difíciles las convirtieron en una raza fuerte y resistente e hicieron que floreciesen a la velocidad del rayo por temor a morir.
Sus principales características son:
- Facilidad de cultivo: no están sujetas a los cambios de luz para florecer lo que, en exterior, siempre y cuando reciban luz suficiente para crecer, ahorra el estar pendiente de los cambios de estación.
- Rapidez: sus ciclos de vida completo suelen oscilar entre 60 y 90 días.
- Resistencia: su herencia ruderalis les otorga genes ultra resistentes a factores externos, mas que otras variedades.
Ventajas de las semillas de cannabis autoflorecientes
Estas semillas de cannabis presentan algunas ventajas respecto a las feminizadas.
Estas son:
- -Se desarrollan mejor en climas fríos que las feminizadas: son más resistentes, por lo que soportan mejor las bajas temperaturas.
- -Son más rápidas que las feminizadas: sus ciclos de vida completos, desde la germinación hasta el fin de la floración, oscilan entre 60 y 90 días.
- -Requieren menos nociones de cultivo que otras genéticas: se recomiendan para cultivadores principiantes, ya que no tienen que estar tan pendientes de los cambios lumínicos, dado que la planta florecerá a partir del mes de crecimiento, más o menos, independientemente de la luz a la que estén expuestas. Cuando la planta alcanza unos 20/25 días de vida muestra los primeros signos de floración, y es muy importante que durante esta primera fase las condiciones sean óptimas para que la planta pueda desarrollar un buen tamaño, porque el ciclo total es muy corto y si no se ha desarrollado bien para cuando comienza la floración, ya no le dará tiempo a crecer lo suficiente para llegar a ser una planta hermosa y de buen tamaño.
- -Discreción: su ciclo de vida no supera los tres meses, por lo cual suelen ser plantas más pequeñas que aquellas que viven más tiempo. Son perfectas para espacios reducidos o visibles, como balcones, terrazas o partes luminosas de una casa.
Consejos para cultivar semillas de cannabis autoflorecientes
- -Cultivarlas los meses con los días más largos del año en exterior. Aunque florecen durante cualquier época del año, para maximizar los resultados de las semillas autoflorecientes de Dinafem se recomienda cultivarlas cuando vayan a disponer del mejor clima posible y los días más largos. O sea cultivarlas durante los meses de verano: los meses de junio, julio y agosto en el hemisferio Norte, y diciembre, enero y febrero en el hemisferio Sur.
- -Exponerlas a ciclos de luz de al menos 18 horas diarias en interior. Si el cultivo de dichas semillas se realiza en interior con lámparas, se recomienda proporcionar un ciclo de luz de al menos entre 18 y 20 horas al día para conseguir un buen crecimiento. Idealmente pueden exponerse incluso a 20 horas de luz y a cuatro de oscuridad: cuanta más luz, más rápido y más grandes crecerán.
- -No realizar podas o transplantes radicales. Dado su corto ciclo de vida, conviene no someterlas a estrés, porque seguramente no tengan tiempo de recuperarse y de seguir su desarrollo normal.
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